Existen elementos que son fundamentales para el desarrollar muchos de los aspectos que afectan a nuestras vidas. Podríamos detallar muchas características que no dejarían tantos matices, como lo hacen los conceptos de tiempo y espacio. En cuanto al tiempo, se necesita de él para que la evolución de objetos, pensamientos, puedan progresar, por ello es imprescindibles el tener paciencia para ir continuamente retocando nuestras creaciones, porque observamos que cualquier contenido se mejora con los otros y con la evolución del pensamiento. Por otro lado, encontramos al espacio, necesitamos de cierta insistencia para llevar a buen puerto nuestras aportaciones, o también el poder hacer recopilaciones entre lo que se dice sobre el tema, para conseguir elaborar un nuevo discurso, mucho más matizado y por ello de mucho más valor. Estas características son cada vez más difíciles de captar por que vivimos en un mundo rodeado de velocidad, donde lo que hoy es noticia, pero no lo de ayer. Aún así ambos conceptos son base de la educación, y en ella reside todo lo necesario para la formación y construcción de la persona. Por estos motivos no debemos resignarnos a ver la vida sin fundamentos, deberíamos mirar todo lo que nos rodea, con tiempo y con espacio, para recapacitar sobre nuestro devenir, para conseguir un mundo más equilibrado y feliz.

Tiempo y espacio; muy interesante tu reflexión Estela. Me recuerda a lo que está sucediendo en Sol en estos momentos en los que, atónitos y emocionados, asistimos, por fin, a una nueva revolución. El espacio lo constituyen el centro de las principales ciudades de España y, poco a poco, del mundo; el tiempo corre en su favor y les permitirá, si son capaces de ser persistentes e insistir en la defensa de sus ideas, en tener u a remota pero existente posibilidad de cambiar el rumbo de la historia. Animaos todos a visitar Sol por que el espectáculo merece la pena y es algo que contaréis a vuestros hijos (yo a mis nietos).
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reflexión Estela, y añadiría que debemos mirar y debemos enseñar a mirar, ya que con la velocidad a la que suceden los acontecimientos y la fase en la que vivimos, donde buscamos lo más fácil y no lo más interesante, el mundo no se para a mirar, sino que escucha lo que sucede como quien oye llover y sigue con lo que tiene delante de los ojos.
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