El mundo digital tiene una serie de características propias que la alejan de otros espacios posibles, como del mundo natural o del espacio exterior. Unas características que definen un espacio relativamente nuevo que se debe de explorar para intentar conocer, al menos, una pequeña parte de la inmensa cantidad de información que nos ofrece. Y debemos hacerlo rápido, no podemos dejar pasar el tiempo sin seguir descubriendo nuevas ventanas, porque sino el día de mañana nos será mucho más complicado el ponernos al día. Pero tenemos capacidades para poder conocer, o al menos alguna de sus partes, este mundo nuevo. La plasticidad es una característica que nos define una parte del mundo digital, pero a la vez es un concepto utilizado en neurología, referente a nuestras capacidades mentales. Es interesante, por tanto, adentrarnos en este concepto para conocer un poco más nuestro mundo.
Respecto al mundo digital, la densidad es diferente a la de nuestro mundo natural. Esto se debe a que la capacidad de memoria que nos ofrece un ordenador, en 0 y 1, es mucho más amplia que la que podemos albergar en nuestro cerebro. Por tanto, se tiene más capacidad, y no por ello disminuye la velocidad de acceso, sino que al contrario, cuanto más evolucionamos a nivel tecnológico, más podemos almacenar y más rápido podemos acceder a ello. Estas características se unen al concepto de plasticidad, todo en el mundo digital se hace blando, nada se rompe, todo es flexible. Como lo es también nuestro cerebro.
La comparación debe de ser entendida en el concepto. La capacidad de almacenamiento en el ordenador no es, obviamente, la misma que se puede dar en nuestro cerebro. De ahí que hablemos de espacios o mundos deferentes. Pero sí es cierto, que también de manera reciente, se han elaborado estudios en relación a nuestro cerebro que prueban que con el tiempo, con el avance del tiempo, podemos seguir aprendiendo. Esto no estaba demasiado aceptado por la población, ya que se entendía que con el paso de los años, las capacidades de aprendizaje se pierden, y estos estudios muestran lo contrario. Sí es cierto que existen etapas en la vida, como la adolescencia, donde la recepción de conocimientos es mejor, pero no la única para poder desarrollar nuevas habilidades. En el capítulo 44 de Redes de Eduardo Punset, nos muestran estos estudios que explican que podemos aprender durante toda la vida. De este modo, el navegar por la red es posible tanto con 12 como con 80 años.
Por tanto, existe un concepto que podemos asociar a nuestros dos mundos de estudio, y con ello poder seguir avanzando en el conocimiento. Es cierto que las nuevas generaciones ya han nacido con las tecnologías, pero no solo están limitadas a ellos. Todos tenemos las capacidades para poder hacer uso de ellas. Su utilización es necesaria en esta vida, donde prima el estrés, y este mundo digital nos facilita el día a día, ahorrando tiempo y espacio en nuestro cerebro.
Aquí el enlace con el capítulo de Redes, Número 44, donde se desarrolla el concepto de Plasticidad Cerebral:
